Jardín o psiquiatra

08 agosto 2010

Cuando conocí a mi vecina A. me pareció una mujer que estaba loca. Loca simpática, pero loca. Ayer, sin embargo, tuve ocasión de hablar con ella un rato más largo; su nieto de 15 años había fallecido y su hija (la madre del chico) no salía adelante. El caso es que ahora me parece más una mujer que se aferra a lo que sea, porque tiene que ser fuerte por todos. Tiene la terraza llena de plantas que ella misma ha ido sembrando y las enseña orgullosa. Ayer mismo me dijo "o tienes un jardín, o tienes un psiquiatra". Quizá a ella un psiquiatra tampoco le vendría mal, pero lo cierto es que tiene más razón de la que ella misma cree.

¿Y si es verdad? ¿Y si, volviendo a nuestros vínculos antiguos, echamos de menos ser "recolectores"? Quizá hayamos redirigido la violencia de la caza, pero la separación de la naturaleza que suponen las ciudades tiene que afectarnos. A. tiene razón; igual que muchas enfermedades se curan recurriendo a lo básico (comer y dormir bien) quizá muchos desequilibrios mentales se ablanden recordando que somos seres ancestrales y que hay tareas que no podemos obviar porque estamos programados para ellas.

2 comentarios:

Ikana dijo...

Nunca me lo había planteado. Quizá sea ese el motivo por el que mis padres tienen un montón de árboles y plantas en nuestro jardín.

Procuraré pasarme más a menudo si la memoria no me juega ^^

Besos gélidos

Eanáir dijo...

Es lo que tiene el ser humano, Ikana. Nos creemos mucho, pero no dejamos de ser animales.

Gracias por tu comentario.