Cariño, cielo, chiqui... y derivados. ¿Por qué?
No me llamo así. Y es curioso porque la gente que me quiere tampoco me lo llama; me llama cariño gente que pretende hacerse así la amable. Gente a la que en realidad no le importo.
Yo llamo cariño al gato. Y a veces al perro. A la gente que me importa le llamo por su nombre, que para eso lo tiene. Es una señal de respeto. No he llamado a nadie ni una sola vez amor mío precisamente por eso. Porque si no voy a decirlo mirando a los ojos de alguien a quien realmente ame, si voy a usarlo como una trivialidad, prefiero no hacerlo.
Los nombres no son algo que pasar por alto. Si llamas cariño a todo el mundo, ¿qué diferencia habrá cuando lo llames de verdad?
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