Un friki en la cocina: Salmón congelado al perejil descontrolado con ajo quemado y mayonesa (a ver si conseguía arreglarlo)

19 agosto 2008

Yo que me levanto esta mañana, y no hay nadie en mi casa. Y cuando digo nadie, es nadie. Ni siquiera el perro. Nada de notas en la nevera ni mensajes en el móvil. Parece que hoy voy a estar sola en casa todo el día. No es problema.

- ¿No?
- No. Siempre hay algo de comida en la nevera

Y no me he preocupado... hasta la hora de comer.

Abro confiada la nevera....
Nada.

Bueno, sí, horchata, zumo, leche, moscatel, mayonesa y cerveza. Y leche condensada, y jamón york, y queso. (No es cosa mía, yo intento comer cosas sanas...)

- ¿No decías que siempre hay algo en la nevera?
- Aún no he mirado en el congelador
- ¡Ja! No va a dar tiempo a que se descongele
- Mamá hace el salmón sin que se haya descongelado.
- Y siempre le queda crudo
- Es verdad, pero porque los trozos son muy grandes
- Oh, claro, es lo más seguro del mundo dejarte un cuchillo para tratar con cosas congeladas
- Ja-Ja. ¿Alternativas?
- ¿Sandwich de queso?

No la escucho. Rebusco en el congelador hasta encontrar un lomito de salmón congelado, y en algún sitio encuentro un par de ajos y una sartén.

- ¿Algún plan, genio?
- Voy a ponerlo muy suave, y en cuanto pueda, lo corto por la mitad. Así no estará congelado, y se hará por dentro
- Ella lleva...
- ... toda la vida cocinando. Como la supere, tendrá su gracia, no?
- Voy a ir buscando el número de los bomberos
- El 112
- Vale, pues ten a mano el móvil... que me voy a rezar a los antepasados. O algo.
- Cobarde
- Yo voté por un sandwich de queso. Que total no tienes tanta hambre. Recuérdalo.

Allá que me pongo el cinturón de seguridad, enciendo la vitrocerámica, pico los ajos y los pongo en la sartén.

- ¿Lo estás viendo? No es tan difícil.

Ninguna respuesta, sólo una carcajada burlona y familiar cuando los ajos empiezan a quemarse. Corro, bajo el fuego, quito los ajos quemados y pongo en la sartén el lomito congelado. Oh, hay campana extractora. No sé si hace falta... pero por si acaso, la conecto.

Diez minutos después, el salmón ni se ha movido.

- Enhorabuena, vamos a cenar salmón
- Cállate.

Más risas. El día que la voz está insoportable, es que no hay quien la soporte. Subo el fuego (un poco) y voy a ver qué se cuece en el foro. Respondo un par de cosas.

- ¿Cuánto tiempo ha pasado?
- No lo sé... ¡NO LO SÉ!!

Corro por el pasillo. Uno de los lados del salmón (el de la piel) se ha quemado. El otro sigue congelado.

- No pasa nada, esto tiene remedio - me tranquilizo, mientras quito la piel quemada sin problemas con un cuchillo - ¿Ves? Y es casi mejor, me lo ahorro luego
*Aplauso*
- Mira a ver si ya puedes cortarlo

Se puede cortar. Me entusiasmo. Se desmigaja.
- ¡Excelente! ¡Migas secas de salmón a la plancha con ajo quemado! ¡Qué buen gusto! ¡Qué elegancia!
- No hace falta aparentar, ¿no? Nos lo vamos a comer nosotras asi que da igual la pinta que tenga. Así aprendo.
- Había mayonesa en la nevera. Ya sabes que es como el super-glue para el pescado...
- Buena idea. Además, seguro que así está más comestible
- Ha dejado de estar comestible desde que lo has sacado del congelador. No te hagas ilusiones.

Un poco de mayonesa y al poner el salmón en el plato se hace una especie de pasta. Entonces sale mi vena artística y la transformo en una pequeña y horrible montañita

-Digno de un chef, sin duda...
- Podrías aportar algo en lugar de quejarte tanto
- Y tú podrías haber hecho un sandwich de queso y nos habríamos ahorrado esto
- Voy a ponerle perejil

Abro el armario de las especias, encuentro perejil en polvo. Servirá. Sitúo el bote justo en la cima, pensando en una sutil lluvia...
... Pero no contaba con que ha habido elecciones en el armario de las especias; la semana pasada los cominos perdieron la guerra civil contra la canela. Hubo una negociación y la canela, que es republicana, instauró un parlamento. En realidad sólo quería devolverle el poder al pueblo. Entonces el perejil, que es un exagerado, formó un grupo terrorista y las fuerzas del estado del armario desmantelaron la banda, encarcelando al perejil.

O eso me ha aparecido a juzgar por cómo ha salido del frasco. De suave lluvia nada, ha cubierto por completo la montaña. Creo que incluso la voz naranja se ha sorprendido.

- ¿La sobredosis de esto es tóxica?
- Sí, pero hace falta mucho más. ¿No te acuerdas del libanés?
- mmmm ¿más? ¿Segura?

Bueno, excelente no ha quedado, pero al menos no tengo hambre. Hoy he aprendido que, si hay comida congelada, es mejor descongelarla antes de guisarla. Que las especias son traicioneras y que los sandwich de queso son siempre una buena elección...

1 comentario:

Maska dijo...

Di la verdad: lo has hecho a propósito para poder escribir esta entrada :P