Leer entre líneas

26 agosto 2009

Uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos es el lenguaje políticamente correcto. A veces usamos frases que suenan muy bien, pero que tienen en realidad otro significado.

"Soy muy sincero/a"/ "Confía en mi" - Esta persona miente el 98% de las veces. Lo más curioso es que normalmente llega a creerse que es realmente sincero. No obstante, esta frase suele venir acompañada de otra que es preciso creer... así que son dos frases a poner en tela de juicio.
Cuando alguien es realmente sincero, no dice que lo es, sino que acompaña sus afirmaciones con alguna prueba.

"Digo lo que pienso" - Esta es de mis favoritas. Es una excusa. La persona que usa esta frase no dice lo que piensa, sino que critica a los que no opinan como ella. Y cuando esto le crea enemigos, dice "claro, porque yo digo lo que pienso". ¿Cuántas veces hemos oído a alguien que usa esta frase felicitando a alguien? ¿Es que no "piensa" que algo está bien?

"No tengo prisa" - Esta es típica de un chico cuando habla de sexo con una chica que, siguiendo sus instintos, no está segura del todo. En realidad quiere decir "acuéstate conmigo y déjate de tonterías"

"Cuenta conmigo" - Si se puede o no contar con alguien es algo que se siente. Si necesitas precisarlo, es que algo va mal.

Por último, la mención especial a "cuelgo el teléfono porque estás diciendo tonterías". A veces creemos que no podemos ayudar más a una persona estancada, o nos aburre con los mismos problemas de siempre, o no queremos mentirle, o realmente nos importa un pimiento. Entonces se usa esta excusa; la otra persona se siente idiota o castigada y puede que solucione el asunto o que busque ayuda en otro. Y nos deja en paz, que es el objetivo. Tiene algo de malo, y es que hay quien recurre a ti porque es en quien más confía o porque es algo con lo que sólo tú puedes ayudar. A partir de este punto, o no se repone y se hunde, o se repone y lo arregla sola. Sale de tu vida discretamente y tú pasas a ser "el/la que le dejó tirada cuando más lo necesitaba".

No debes sorprenderte por eso porque es lo que has hecho. Alguien ha recurrido a ti y tú no respondiste. Si tu recurres a esa persona después, o tiene un corazón enorme, o probablemente te diga educadamente que soluciones tus problemas.
En este punto he de agradecer a mi mejor amigo que me enseñara el modo adecuado para actuar en estos casos. Reconozco que tengo tendencia a nadar en círculos y que soy realmente desesperante. La frase es algo así como "... le estás dando vueltas a lo mismo en lugar de buscarle un remedio. Yo no lo puedo solucionar por ti. Y además te estás poniendo pesada, así que no quiero hablar más de este asunto hasta que hayas hecho algo para arreglarlo. [pausa dramática] ¿Qué tal llevas el... " Por un lado, te dice claramente la situación; por otro, ofrece su mano si hay algo que puede hacer, además, se interesa por el resto de tus asuntos y cambia de tema para que dejes de rayarte.
Claro, lo malo es que cuando sabes cómo se hace cuando quieres ayudar, a la que te cuelgan un teléfono a modo de castigo ya sabes que a) Estás molestando y b) No le importas.

No hay comentarios: