Los niños de primero, la agenda roja y Rosalía de Castro

17 febrero 2009

Alma que vas huyendo de ti misma
¿qué buscas, insensata en las demás?
Si en ti secó la fuente del consuelo
secas todas las fuentes has de hallar
¡Que hay en el cielo estrellas todavía
y en la tierra flores perfumadas!
¡Sí! Mas no son ya aquellas
que tú amaste y te amaron, desdichada.

Martillean en mi cabeza los versos de Rosalía. Éste, el 16, sobre todos los demás. A veces una mitad, a veces otra. El caso es que al ver a los nuevos alumnos de primero he pensado que es un tiempo que me queda muy lejos, si es que alguna vez estuve en él. Tan perdidos, tan inmaduros. En parte siento una punzada de nostalgia de algunos "momentos postal" de los primeros años de la carrera. Por otro, me alegra aceptar mi pasado como parte de lo que soy ahora. Aunque quizá hay cosas a las que debería haber puesto menos tiempo, pero eso es otro asunto. Ellos ahora tienen todas las oportunidades, todas sus flores. Yo ahora sabría qué hacer con ellas, pero entonces, como ellos, no lo supe. Pero no es malo. Elegí mis flores y mis estrellas, y las conservo.

Por otro lado, los primeros versos me recuerdan que hay que ser una persona completa por uno mismo, y no tratar de rellenar las propias carencias con la plenitud de otros. Es un error que he cometido muchas veces y que la repetida cantinela parece advertirme para que no lo vuelva a cometer. Que trato de no cometerlo, y de no dejar que otros lo cometan.

Y la agenda roja...
Iba a comprar una agenda diaria y acabé comprando una agenda de pensar; de esas de hacer dibujos horribles y tachones de ideas que parecen brillantes hasta que las escribes. La compré porque me gustó el tamaño y la textura del papel. Y la compré roja impulsivamente.
Hace unos años la habría comprado meditadamente, especialmente bonita o elegante o... más bien, acorde a lo que quisiera que pensaran de mi. Porque hay una parte de la agenda que se ve. Y habría tratado de no hacer tachones y arrancar las páginas "sucias". Por si alguien lo lee.
Esta agenda es distinta. El rojo no es un color que me guste especialmente, pero he observado que lo elijo, siempre por impulso, en cosas que me acompañan continuamente (gorra, palestino, cámara de fotos pequeña) Es elegante pero no aburrido. Pero eso es algo que pienso después, con el objeto en la mano, como para excusarme a mi misma.

Lo nuevo es que la agenda ya tiene tachones. Hay cosas que he escrito en este blog que quizá no deberían haber salido de una agenda como la agenda que tengo ahora. Es una agenda para mi.

A partir de ahora, aquí, solo arte. Pero si alguien quiere saber cosas personales, puede preguntarme ;)

1 comentario:

Mauser dijo...

Me ha gustado mucho la reflexión de “hay que ser una persona completa por uno mismo, y no tratar de rellenar las propias carencias con la plenitud de otros”, es muy cierta. Y lo de la agenda creo que me hubiera pasado lo mismo con lo de arrancar paginas, pero mas que por si alguien lo lee, porque me gusta el orden y la pulcritud xD.

Saludos!

P.D: Poss cuando se me ocurra algo interesante que preguntarte te lo hare saber xD.