- Yo qué quieres que te diga. Ya no sé si es que le da miedo, o es que realmente no la ve.
- Igual es que no le gustan los bichos
- Por favor, si es una mariposa...
- Pero violeta. Y yo naranja. ¿Por qué no reconoces de una vez que eres un poco especial para los colores?
- No serías la misma si fueras azul, no te quejes.
- Si no me quejo. El naranja me va bien.
- ¿Resulta tan difícil?
- Juas, mira quien habla. ¿Sabes qué te digo? Que le regales un cazamariposas, y problema resuelto.
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